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ROGER HODGSON REVIVE A SUPERTRAMP EN EL MONUMENTAL
terra.com.pe publicó el 19.FEB.2009
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Cualquiera no tiene cuarenta años en el negocio de la música. El inglés Roger Hodgson lo sabe muy bien y se entrega al público como si fuera su último concierto de la gira. Pulcramente vestido de blanco, afable y agradecido, el ex líder de Supertramp se reencontró con el público peruano para revivir viejas glorias y hacerlas sonar como si hubieran sido compuestas anoche, en un show que, estamos seguros, no será olvidado tan fácilmente por las miles de personas que lo volvieron a ver en la explanada del Monumental.
No importó que el músico saliera con más de una hora de retraso, la música habló por él y cualquier detalle anexo pasó a un segundo plano cuando la armónica dio paso a “Take The Long Way Home”, excelente tema para abrir la noche. “Hace 12 años estuve en Lima y llegué hasta Machu Picchu, fue algo increíble”, dijo Roger a la audiencia, mientras se escuchaban los primeros acordes de “Give A Little Bit”, uno de sus más grandes éxitos, que fue recibido con cánticos y coros del público, compuesto por papás, mamás e hijos, seducidos por el divo de Supertramp.
Su voz se mantiene intacta pese a los años
Acompañado de una pulcra banda de músicos, Hodgson actuó en un escenario decorado con plantas y un tímido juego de luces que ayudaron a que la gente se concentre en el sonido del artista, aquel que predomina los teclados, el clarinete y el saxo, marca registrada de su fenecida banda, que en el Monumental volvió a la vida en joyas como “Breakfast in America”, el primer gran momento de la noche, que fue ovacionado de pie e hizo sonrojar al británico.
Pese a que Roger Hodgson bordea los 60 años y tiene cuatro décadas encima vinculado al negocio del rock, su voz se mantiene intacta y es sorprendente oírlo cantar puntos claves en su repertorio, como “Lord Is It Mine”, “The Logical Song”, la magnífica “School” y la famosa “It"s Raining Again”, con una entrega asombrosa que ya cualquier banda vigente desearía tener. El ex líder de Supertramp estuvo por casi dos horas sobre el escenario y dijo adiós, eso sí, con una gran ausente, “Goodbye Stranger”, que fue esperada hasta el final, y nunca sonó. Será para la próxima, porque Roger ha prometido volver.
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